Este tríptico explora el proceso de transformación personal y la búsqueda de una felicidad auténtica, representada a través de tres momentos: pasado, presente y futuro.
La primera imagen corresponde al pasado, ilustrado mediante formas que evocan serpentinas. Estas funcionan como una ironía visual, aludiendo a la idea equivocada de que realizar acciones únicamente para “pertenecer” conduce a la felicidad. El uso de colores menos saturados expresa la falta de claridad y la sensación de incomprensión propias de este periodo.
El presente se representa sobre un fondo vacío, simbolizando un estado en desarrollo, un espacio en construcción donde se depuran elementos que no aportan bienestar. Este vacío alude a un proceso activo de crecimiento, limpieza y autodefinición.
Finalmente, el futuro se plasma con un fondo celeste que transmite paz y tranquilidad, acompañado de vacíos con forma de serpentina. Estos elementos sugieren un diálogo entre pasado y presente, destacando cómo ambos intervienen en la construcción de sueños e ideales.
La obra está compuesta por tres imágenes dispuestas de izquierda a derecha —pasado, presente y futuro— impresas a partir de timbres tallados en linóleo. Cada una muestra la mitad superior de un rostro, enmarcado por un fondo que combina las formas de las serpentinas y sus vacíos, reforzando la continuidad conceptual a lo largo del tiempo.
